miércoles, 19 de septiembre de 2007

Libro Ceferino Namuncurá: Su Mayor Milagro en Formosa


INTRODUCCIÓN

El mundo está lleno de incógnitas, preguntas y de sucesos que escapan a la comprensión lógica, tales como los milagros de los santos. Pero, ¿qué son los santos?. Se dice que los santos fueron personas que habitaron en la Tierra, y que por su especial virtud, ejemplo, venerabilidad y carentes de toda culpa, la Iglesia Católica los declaró como tales; siendo ellos elegidos por Dios para ser intermediarios entre los creyentes y Él mismo.
Existe un círculo de interminables dudas centradas en los santos por personas ajenas a la Religión Católica Apostólica Romana, pero a la conclusión que se puede llegar a partir de la incredibilidad de muchos, es que el ser elegido santo significa ser ayudante de Dios, y al serlo su función es fomentar la fe y el cambio en la gente, llevándolos, de esa manera, al sendero del Creador mediante sus milagros.
Evidentemente Dios es el poder, el talento, el origen, y el dueño de todo lo existente, por lo tanto su deseo y trabajo es juntar a sus ovejas en su rebaño. Y como es centro de energía e inteligencia pura, utiliza una variedad de formas para lograr su objetivo, una de ellas, por medio de los santos.
Los santos son como nuestros compañeros, por haber tenido el grado de humano, y se complementan para dar el ejemplo de bondad y enseñarnos a pedir ayuda y misericordia por nosotros y los seres queridos a la Divinidad.

Texto de la Biblia:
“Todos los hombres necesitan de la Gloria de Dios para ser verdaderamente hombres; por eso el gesto litúrgico no es autentico si no implica un compromiso de caridad, un esfuerzo siempre renovado por sentir como siente Cristo Jesús, y una continua conversión.
Medellín 9-3
Cuando presentes una ofrenda al altar, si recuerdas allí que tu hermano tiene alguna queja en contra tuya, ’deja ahí tu ofrenda ante el altar, anda primero a hacer las paces con tu hermano y entonces vuelve a presentarla. (Mt 5,23 – 25)
No basta con que me digan: Señor, Señor, para entrar en el Reino de los cielos, sino que hay que hacer la voluntad de mi Padre que está en el cielo. (Mt 7,21)
Jesús les contestó: ‹‹¡Que bien salvan las apariencias!» Con justa razón hablaba de ustedes el profeta Isaías cuando escribía: ‹‹Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí». (Mc 7,6)
Según ustedes, basta dar limosna sin reformar lo interior y todo está limpio. (Lc 11,41)
Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en la que los verdaderos adoradores adoraran al Padre en Espíritu y en Verdad. Porque ésos son los adoradores que busca el Padre. (Jn 4,23)
Ahora, hermanos, los invito por la misericordia de Dios que se entreguen ustedes mismos como sacrificio vivo y santo que agrada a Dios: ése es nuestro culto espiritual. (Rom 12,1)
La religión verdadera y perfecta delante de Dios nuestro Padre, consiste en esto: visitar a los huérfanos y a las viudas que necesitan ayuda y guardarse de la corrupción de este mundo. (Stgo 1,27)
Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús. (Fil 2,5)
Es necesario revisar muchas de las devociones a los santos para que la gente no vaya solamente a pedirle favores, sino que los tome como modelos en el seguimiento de Cristo.
Que las devociones y los ritos de la Iglesia no lleven al hombre a la resignación, sino que lo eduquen para cooperar con Dios y hacerse responsable de su destino.”

Texto del Nuevo Testamento
Dios nos llama a una vida santa
Por eso, estén preparados y usen su buen juicio. Pongan toda su esperanza en Dios en su bondad les va a dar cuando Jesucristo aparezca. Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: “Sean ustedes santo, porque yo soy santo.” (San Pedro 1; 13,16)

Sonia Isabel Silvero

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